Análisis texto Bases teóricas del entrenamiento deportivo

A lo largo de la vida de un deportista, dentro de lo que a su preparación se refiere es el desarrollo de su potencial motor; pero que entendemos por potencial motor.

Utilizamos el termino motor, debido a que éste nos indica que parámetros utilizaremos y por ende a que nos referimos; hablamos de motricidad, refiriéndonos a todas las funciones, y sistemas que en conjunto permiten la infinidad de movimientos que un ser humano posee.

Como estudiosos de las ciencias del deporte, cada vez que hablamos de éste tema, lo utilizamos de diferentes formas, pero todas con el mismo fin de hablar acerca de la condición física.

De lo que se aprecia en el texto, hemos definido éstos conceptos como las herramientas con la que una persona nace o va adquiriendo de forma natural a lo largo de su vida (aptitudes) y el nivel de desarrollo al que éstas pueden alcanzar (actitudes).

De ésta manera, ya hemos “dividido” y definido las dos características principales de la condición física; la primera obtiene un carácter netamente biológico (genética o herencia), donde se hace relación a las características fisiológicas del sujeto, por ejemplo, la cantidad de fibras de contracción rápidas o lentas de sus músculos, el desarrollo pulmonar, la capacidad miocardiaca, en fin; y por el otro lado tenemos todas las actividades o acciones que emplea dicho sujeto para alcanzar un nivel x en sus cualidades físicas, dígase resistencia anaeróbica o aeróbica, velocidad, fuerza, etc.

Pero en el medio de estos dos aspectos, de aptitudes y actitudes, se reconoce otro ámbito importante para el desarrollo motriz de cada individuo y es el ambiente. Debido a que nacemos genéticamente pre dispuestos a realizar alguna actividad, somos seres de adaptación, y esto queda demostrado a lo largo de la historia, desde el australopithecus hasta el homo sapiens, los cuales se han adaptado al ambiente que los rodea, generando éste factor diversas alteraciones en el potencial motor al que se alcanza.

Éstas alteraciones alteran como hemos mencionado, los diversos niveles a los que podemos llegar en cuanto a las capacidades físicas, pero existe un grupo de capacidades, llamadas las habilidades motrices básicas, en las cuales estos tres aspectos interactúan de manera que establecen patrones básicos de dichas habilidades, las que se dividen en, HMB de locomoción (caminar, correr, gatear, etc.), HMB de equilibrio o estabilidad (control corporal) y HMB de manipulación (lanzamientos, etc.); éstas habilidades serán las condicionantes mayores en los niveles de condición que serán alcanzados a futuro por el sujeto, ya que son los aspectos básicos de las diferentes disciplinas deportivas, las que luego interactuarán con las habilidades mas especificas de la disciplina en especifico.

Dichas HMB están sustentadas por un grupo de capacidades o cualidades anteriormente nombradas, es decir el nivel que se alcance en las HMB depende de manera significativa de la interacción con las capacidades motrices del sujeto, las cuales se dividen en condicionales y coordinativas.

Definiremos como condicionales, a todas las capacidades que están sujetas a las aptitudes del sujeto, es decir como se encuentra predispuesto fisiológica, neurológica y psicológicamente hacia los estímulos, diferenciándose en resistencia, fuerza, velocidad y movilidad; y por coordinativas entenderemos las cualidades que combinadas entre si producen una sinergia y otorgan otras cualidades como de diferenciación, de acoplamiento, de orientación, de equilibrio, de cambio y de ritmización.

Todas estas habilidades conjugadas mediante diversos estímulos, ya sea de entrenamiento y/o aprendizaje producirán la creación de nuevas habilidades llamadas especiales debido a su nivel de eficacia y eficiencia en la disciplina a practicar, llevando al deportista a su máximo nivel de potencial motriz y rendimiento deportivo.